martes, 4 de junio de 2013



POEMAS ONÍRICOS  (I)



vertiginoso baile
que gravita  sobre mis pies,
y que pasen los segundos
y que  confluyan mansas las aguas
espero paciente sentado, nervioso.

abundante esperma de salvación,
un olor a jazmín fresco en la mañana de manzanas derretidas,
babeo,
bajo el limonero. Los potos y los blancolejos,
y las azucenas, babeo.

el recuerdo claro, pero he sentido otra piel viviéndolo,
otro cabello al viento danzando y rozando casi mi cuerpo,
entre él  y  yo un claro abismo, un cristal.
Qué recuerdo de mañana fresca como el hielo
y las manos congeladas y sonrientes, como el alma.

qué fácil se reproduce en la cara el surco de la esperanza,
la mueca de una fácil esperanza y una sonrisa quieta
como el pensamiento de tenerla.
Y qué fácilmente realizable es el acto de la avaricia
por un cerebro contumaz.  



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